Suele darse en muchos perros la costumbre de ladrar, de
perseguir, o incluso de tirarse a morder las ruedas de las bicicletas y demás
vehículos, poniendo su vida en peligro con estas acciones.
La causa
principal de estos comportamientos, normalmente, es la falta de ejercicio en el
perro. Al sentirse aburrido y frustrado, y tener el un exceso de energía, su
“instinto de caza” es más elevado de lo normal, por lo que todo lo que se mueve
se convierte en una “presa” para él.
Esta conducta se
refuerza cada día más, ya que el perro cree que con su acción de ladrar y
correr tras los vehículos, estos se alejan. Y se siente fuerte ante ellos.
Si tu perro se
comporta de este modo, te aconsejamos lo siguiente:
- Ejercita más a tu perro. Sácalo más a pasear, y/o
juega con él dentro de casa. Haz que corra, que se canse.
- Consigue varios voluntarios, y sal a pasear con tu perro. Dichos voluntarios montaran en sus vehículos como lo harían normalmente. Cuando se acerquen al perro, y este comience con su habitual conducta, deberán de frenar bruscamente, bajar de sus vehículos, ponerse frente al perro y golpear una vez el suelo de manera contundente, con una botella de plástico vacía (de las grandes, que hacen más ruido). Cuando el perro pare su conducta, el voluntario volverá a su vehiculo. Este proceso debe repetirse varias veces, con diferentes personas y vehículos, y varios días, hasta que veamos que el perro modifique su comportamiento. Hay que tener en cuenta que esto tiene que ser algo inesperado para el perro, ya que si intuye lo que va a pasar, no será efectivo.